lunes, 27 de agosto de 2012

Una start-up no es todavía una empresa

En el número de The Economist de primeros de este mismo mes de agosto, aparece un artículo titulado "Les miserábles" (así, titulado en francés), donde se habla de que además de la crisis del euro, hay una crisis de ambición emprendedora. La gráfica presenta la evolución del número de nuevas empresas entre las 500 de FT Global. El panorama es desolador. De hecho en los últimos 30 años la única nueva empresa de la zona euro que ha entrado en ese club ha sido la española Inditex. En ese mismo periodo, California ha colocado 26.
Existen muchas más dificultades en este lado del Atlántico para crear nuevas empresas que en el otro lado. Las más importantes son sociales pero también administrativas. Adicionalmente, existen problemas administrativos importantes para cerrar las empresas  que han hecho fallida y esta situación es muy frecuente en el mundo de las start-ups.
El problema fundamental es que las administraciones tratan a las nuevas empresas como si fuesen empresas clásicas y las cosas no son así. Como defiende la escuela de Stanford, una start-up no es una empresa sino que es un equipo de gente a la búsqueda de un modelo de negocio con un alto riesgo. Por eso no funcionan los clásicos planes de negocio, los cuales no suelen resistir las primeras reuniones con los clientes. La planificación se puede hacer cuando se conoce el espacio en que nos movemos, pero en una start-up casi todo es desconocido, solamente hay hipótesis que se han de validar.
Las administraciones deben asumir, cuando definen reglas y legislaciones para los emprendedores, que una start-up no es todavía una empresa.  


domingo, 5 de agosto de 2012

La R + D = 0

La R+D+I es necesaria para que un país prospere. El manual de Frascati define que es la investigación R y el desarrollo tecnológico D. Otro manual, el de Oslo, define la innovación I como la concepción e implantación de cambios significativos en el producto, el proceso, el marketing o la organización de la empresa con el propósito de mejorar sus resultados. Es decir que la I es el resultado de la suma de R+D+I, es decir que R+D+I=I. Si de esta igualdad eliminamos las dos I, nos queda que R+D=0. En realidad I=R+D+i, donde la i es todo aquello de la I que no es ni R, ni D. Parece que esto fue un invento de Gonzalo León de la UPM y Juan Mulet de Cotec, que ha hecho fortuna.
Más allá de la anécdota, esta me sirve para comentar, que efectivamente todas las inversiones que en los últimos años se han realizado en R+D se habrán convertido en un gasto que no podremos ni mantener, ni justificar ante la sociedad. Es decir, que con la investigación y el desarrollo tecnológico vamos a aumentar nuestro conocimiento pero no vamos a salir del pozo económico donde nos encontramos, ya que no hemos sido capaces de convertir aquella inversión en mejorar la sociedad que la ha pagado. Es decir que sin I, la R+D=0.  

domingo, 29 de julio de 2012

La liga de los hombres extraordinarios

A pesar de la canícula estival, hay noticias escalofriantes, como son los últimos datos del paro publicados por el INE  (24,6%). Uno de cada cinco personas activas no encuentra empleo. Sin embargo, las perspectivas de futuro pueden ser todavía peores si se observa la tendencia del paro juvenil cuya curva ascendente ha alcanzado en el segundo trimestre un 53,3%. El problema no parece que vaya a mejorar en el corto plazo y puede que tampoco en el medio, si no todo lo contrario. Las empresas continúan destruyendo empleo y las administraciones están consolidando el proceso de congelación de nuevas plazas y la destrucción de empleo cuando expiran los contratos temporales y las interinidades. La situación de liquidez es tan complicada que ciertas entidades públicas, como por ejemplo el CSIC, están dejando de pagar a sus suministradores para poder asegurar el pago de las nóminas. Esto implicará, de forma indirecta, consecuencias negativas en el empleo.
La pregunta que se hacen muchas personas, en particular los jóvenes, es que hacer ante esta situación. La respuesta más inmediata es emigrar, como la que se dio en los años 60 aunque en aquella ocasión las causas eran diferentes. Entonces se emigraba con maletas de cartón desde las zonas rurales empujados por la miseria. En la actualidad se emigra empujados por la falta de futuro y con la ventaja de no tener fronteras legales que nos impidan ir a otros países de Europa. Es una suerte ser europeos, aunque sea de segunda. La emigración ayuda a los que se quedan ya que los escasos puestos de trabajo existentes se han de repartir entre menos. Parafraseando el título de la película de Sydney Pollack, los que no pueden emigrar piensan: Marchad, marchad, malditos !!.
Otras respuestas a la situación tienen además consecuencias sociales positivas, como son las que dan los emprendedores. La creación de nuevas empresas proporciona soluciones personales para los emprendedores, pero también generan empleo y además afloran valores de responsabilidad, de asunción de riesgos, humildad, resiliencia, etc., tan necesarios para una sociedad como la nuestra, anestesiada durante años. En este caso la película es de Stephen Norrington como una adaptación al cine de los "comics" de Alan Moore y Kevin O'Neill que en castellano se tituló "La liga de los hombres extraordinarios".

martes, 10 de julio de 2012

La invasión de los godos

















Nuestra entrada en Europa ha representado cambios importantes. Uno de ellos ha sido, recientemente, la pérdida de autogobierno sobre todo para los países intervenidos o seudointervenidos como España y como consecuencia una pérdida de peso de sus políticos en Europa.
En realidad no ha sido propiamente una perdida de poder, sino la constatación de que internacionalmente no lo había y lo que oíamos era en realidad propaganda para consumo interno de los sufridos ciudadanos. Ha sido un duro despertar el recibir órdenes desde Europa de lo que se ha de hacer cada día y oir desmentidos cuando se pretende dar otra interpretación diferente a las ordenes recibidas. 
Para estos políticos incompetentes, los "rumoreadores" profesionales y los especuladores del chanchullo de "la gran cloaca madrileña" como la llamaba Suárez, cubiertos de una pátina de caspa acumulada durante siglos, esta invasión lenta, pacifica, no violenta, pero cada vez más inflexible por la pérdida creciente de confianza, puede ser letal para esta oligarquía y aunque de digestión pesada para los ciudadanos de esta parte del sur de Europa, puede llegar a ser a la larga algo positivo. Forzados por la situación, se pueden llegar a potenciar valores, como el ahorro, el esfuerzo, la meritocracia, etc. que son cambios que necesita nuestra sociedad y de los que nuestras instituciones tienen una carencia manifiesta.
Para conseguir esos cambios es necesaria más Europa. Afortunadamente aquí coincido con nuestros políticos que también la quieren, a pesar de que esto significaría una mayor pérdida de su autonomía. Como no pienso que eso sea lo que finalmente querrían, he de suponer alguna explicación más coherente con su trayectoria de actuaciones, es decir la estupidez.
Es cierto que nos mandarán directa o indirectamente en otras lenguas. Sin embargo y dado que las perspectivas de futuro son las que son y el tener alguien que nos dirija con un DNI, no solo no es garantía de éxito, sino más bien todo lo contrario, lo que necesitamos es una intervención en toda regla. Es decir, la invasión de los godos.

sábado, 23 de junio de 2012

En la empresa donde estoy no hay futuro

La empresa donde estoy está al borde del desastre. Los que tenían el capital fueron unos incompetentes que quisieron hacerse ricos rápidamente y han endeudado la empresa llevándola a la ruina. El presidente de la compañía tiene muy mala pata (cojea mucho y de muchas cosas) y no la valora suficientemente ya que le pusieron a dedo y el CEO es un personaje poco preparado que se había dedicado a registrar datos en inventarios.
Los ejecutivos actuales son una gente que han llegado hasta aquí, primero medrando y luego diciéndo mentiras, como el CEO, de forma permanente. De hecho ya nadie les cree ni dentro ni fuera de la empresa. Los compañeros, ante la falta de liderazgo, tampoco están motivados para tratar de sacarla adelante y suelen protestar y exigir por todo y de todo, la culpa siempre es del otro. Con la situación actual de su capital humano, la empresa no va a durar mucho tiempo. Quizás la solución es que finalmente se la queden los acreedores. En mi departamento, hay mucha gente, cada día más, que piensa que si se constituyera como una spin-off, la cosa nos iría mucho mejor. Yo creo que podría ser una oportunidad aunque tengo mis dudas ya que la cultura del departamento es muy semejante a la del resto de la compañía.
Yo ya soy mayor, pero a los más jóvenes que me preguntan les recomiendo que se cambien de empresa o que se hagan emprendedores y creen la spin-off. El choque cultural puede ser fuerte pero en la empresa donde estoy no hay futuro.
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PD.- Olvidaba decir que el nombre de mi empresa es España y el de mi departamento Cataluña.