miércoles, 28 de diciembre de 2011

Ni bancos malos, ni bancos buenos. Bancos y banqueros nuevos


Recientemente, es frecuente escuchar voces proponiendo crear un banco malo para trasladar allí todos los activos tóxicos que ha generado el  "sistema financiero más sólido del mundo" como decía Zapatero. Este banco malo, sin posibilidades de futuro, tendría que vivir (o morir) con dinero público para poder permitir que el resto del negocio bancario pueda funcionar normalmente y de esta manera movilizar el crédito. Un negocio bancario llevado a la ruina los mismos que ahora piden soluciones publicas.
En los últimos años, los banqueros han cometido muchos excesos ya sea por incompetencia o por corrupción. En cualquiera de los casos han demostrado que no se puede depositar ni el dinero, ni la confianza en su gestión. No se puede confiar en los mismos que han llevado el sistema a este estado catatónico, con sus salarios  inconfesables y las sedes de lujo en los lugares más caros de las ciudades.
La conclusión es que hacen falta nuevos banqueros y nuevos bancos sin el lastre tóxico, no solo de sus activos, sino de su falta de ética o de su incompetencia profesional. Bancos que no serán sistémicos, pero que pueden cumplir con una misión que los grandes bancos no están cumpliendo. No hacen falta ni banqueros ni bancos malos, de esto ya tenemos. Lo que hace falta son bancos y banqueros nuevos que se dediquen al negocio bancario y no al pelotazo financiero.
  

jueves, 8 de diciembre de 2011

Lo fundamental es el cambio permanente


La crisis económica y el paro como consecuencia social más grave, han hecho aparecer muchas voces que proponen soluciones para resolver las ineficiencias de nuestra sistema económico y social.
Estos apóstoles del cambio, entre los que me cuento, enfocan las soluciones desde diferentes perspectivas que en muchos casos son complementarias.
Las propuestas aparecen en la prensa y en blogs como este, en el ámbito de la económica, de las finanzas, de la innovación en las empresas y del emprendimiento para aumentar la natalidad de nuevas empresas más innovadoras que complementen el actual tejido empresarial.
En todas las propuestas la palabra clave es el cambio. Si no funciona cámbialo y si funciona cámbialo también. Las voces son nuevas, pero el mensaje, aunque en la actualidad las palabras sean apasionadas y se digan a gritos, no es nuevo. Ya lo decía Heráclito de Éfeso, lo fundamental es el cambio permanente.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Educar para crear empresas


Las empresas, como organismos vivos, nacen, crecen, a veces se reproducen (spin-off’s) y finalmente mueren. La muerte de las empresas se puede producir de muerte natural o provocada por algún desastre como el sunami económico que vivimos. Desde que empezó la crisis, este aumento de la mortalidad empresarial ha tenido como consecuencia más dramática la duplicación del paro.
El aumento del paro debido a la mortalidad empresarial, no ha producido un aumento de la natalidad de nuevas empresas, que en este país siempre ha sido muy baja. Como resultado, tenemos una “demografía empresarial” que no permite ser muy optimista respecto a la creación de empleo en los próximos años.
Esta situación ha hecho que aparezcan numerosas iniciativas para fomentar y facilitar la actividad emprendedora, tanto públicas, como de otras instituciones y de grandes empresas. Estas iniciativas son  muy loables e interesantes, sin embargo, tenemos problemas de raíz que limitan el verdadero impulso de creación de empresas y no me refiero a los problemas burocráticos (que también), ni a la falta de dinero (aunque tampoco sobra), ni la falta de ideas (que hay muchas), ni las ganas para llevarlas adelante (que existen), ni el temor al riesgo (que naturalmente, haberlo haylo). 
Los dos problemas más importantes son culturales: de una parte está la identificación social del empresario como depredador y la percepción social de que quien fracasa alguna vez ya es un fracasado y no alguien que está mejor preparado para una nueva aventura.
Si la sociedad no cambia, será difícil aumentar el número de emprendedores y la natalidad de nuevas empresas. El cambio de percepción pasa por la educación, tanto de la sociedad en general, a través de los medios de comunicación, como de los más jóvenes a través de la educación para que sus héroes no sean solamente deportistas o cantantes. El problema de estos procesos educativos es que son públicos y duran más que las legislaturas, lo cual les hace electoralmente poco rentables . 

domingo, 13 de noviembre de 2011

La innovación en política


Cuando hablamos de innovación, parece que es algo que concierne exclusivamente al mundo de las empresas y que si una empresa no innova, lo más probable es que antes o después acabe desapareciendo. También una sociedad democrática que generalmente es conservadora y poco innovadora, puede acabar desapareciendo por agresiones desde el interior o desde el exterior. La historia tiene una lista notable de ejemplos.
Cuando en una democracia los políticos se profesionalizan y piensan que son indispensables para que el sistema funcione, acaban intentando eliminar el espacio que separa los tres poderes montesquianos, controlándolos en la mayor medida posible. Es el gobierno de los peores. El problema no es de los partidos políticos, ya que su objetivo es el poder y si es posible todo el poder.  El problema es la dejación de los ciudadanos que lo permitimos y no establecemos mecanismos para limitar este asalto al poder. Por muchas razones, hay muchos ciudadanos que podrían hacer aportaciones importantes e independientes, pero que no desean participar de forma exclusiva en la política y dejar su actividad profesional, que en muchos casos es vocacional.
La sociedad debería crear vías flexibles para conseguir la participación directa de los ciudadanos en la vida política y en la toma de decisiones. Pero los partidos políticos, como es natural, no tienen ningún interés en cambiar unas reglas que pueden llegar a limitar su poder. Por tanto, si no se quiere intentar una innovación rupturista, la única opción para conseguir innovar es aprovechar las reglas de juego actuales.
La idea sería crear un partido político exclusivamente legislativo. Su objetivo sería la participación en el parlamento proponiendo o apoyando leyes, en particular aquellas de importancia clave ("metaleyes"), como por ejemplo, cambios en la constitución, leyes de referéndum, cambio de la ley electoral, etc. Sin embargo, no intervendría en trámites cotidianos, ni mucho menos ocuparía cargos en el gobierno.
El partido se presentaría a las elecciones como cualquier otro partido. Las personas que fuesen en las candidaturas deberían ser personas de gran prestigio que deberían mantener sus profesiones y no cobrar salarios permanentes (que volverían a las arcas públicas) pero si por sus intervenciones. Serían parlamentarios independientes políticamente a dedicación parcial.

viernes, 28 de octubre de 2011

Europa, Europa !!

En la última semana, el parlamento británico ha debatido una propuesta popular para celebrar un referéndum sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea. La iniciativa no ha prosperado pero ¿Qué pasa en Europa?
Los seres humanos valoramos lo que no tenemos y no lo que ya disfrutamos por muy valioso que esto sea. Como aquella sensación que describe Zweig de indiferencia, y casi de alegría, que vivió Viena cuando se perdió el don precioso de la paz al declararse la primera guerra mundial.
La construcción europea ha sido uno de los logros sociales más importante en la segunda mitad del siglo XX. La sociedad europea ha sido la referencia que todo el resto del mundo quería conseguir. El grado de justicia social en los países de la Unión es, a pesar de todos sus defectos, el ejemplo. Sin embargo, sobre nuestras cabezas se ciernen negros nubarrones que pueden dar lugar a una tormenta que arrastre todo lo conseguido hasta el momento.
La punta del iceberg es la convulsa situación económica que vive la Unión y en particular la zona euro. Sin embargo, esto es el resultado de un problema de fondo que consiste en que los europeos hemos perdido la conciencia de que es necesario un esfuerzo permanente para mantener el bienestar conseguido controlando a quien elegimos para que administre y vigilando que pasa más allá del Mar Negro. Una muestra de ello, es la permisividad de la sociedad europea ante unas instituciones europeas burocratizadas y llenas de privilegiados funcionarios y políticos mediocres. ¿Dónde están los Robert Schuman y Jean Monnet de hoy?
La vieja Europa del ejemplo al mundo con su cultura y con su European way of life, puede acabar siendo secuestrada por sus propias instituciones o raptada por los mercados. Europa, Europa, donde están tus estadistas!!