martes, 30 de abril de 2013

Una sociedad todavía por madurar y desarrollarse


De nuevo la EPA nos ha dado otro disgusto: 27% de paro y 57% de paro juvenil. Llevamos más de cinco años de declive sin que se vislumbre la salida del túnel o la aparición de los esperados brotes verdes.
Hasta el 2007, la transición española a la democracia se consideraba un éxito, tanto en el orden político, como en el económico y en el social. Cuando sonó el despertador y terminó nuestra ensoñación, la realidad se presentó ante nosotros, primero borrosa e increíble, pero luego más definida, como una parca permanentemente presente y amenazante.
Como de costumbre nuestra respuesta ha sido mirar hacia atrás buscando culpables y estos son siempre los demás. La clase política, a quienes no les importa encabezar la lista, mientras detenten el poder y puedan tener al alcance de la mano el vicio de la corrupción. Los banqueros, verdaderos fulleros de las finanzas. Las élites castizas que oran y no laboran. Los empresarios, depredadores de la especulación. Los funcionarios, privilegiados de antiguas burocracias…
Sin embargo, en todos estos bostezos de café, nunca hay autocrítica de los ciudadanos que hemos permitido que esto suceda. Ciudadanos que damos la mayoría absoluta a un partido en plena corrupción generalizada o que seguimos votando a una oposición mentirosa, manirrota y también corrupta. Ciudadanos que como toda respuesta, acosamos con cólera a los políticos que habíamos votado unos meses antes. Un escenario que parece sacado de los versos machadianos,

“y al estilo de España especialista
en el vicio al alcance de la mano.
Esa España inferior que ora y bosteza,
vieja y tahúr, zaragatera y triste;
esa España inferior que ora y embiste,
cuando se digna usar la cabeza,”


Sin embargo, necesitamos sentir que existe una juventud del cincel y de la maza. Una juventud de la rabia y de la idea que rompa con esta sociedad zaragatera y triste cuyos referentes son futbolistas o personajes de la farándula. Una juventud que emprenda, que asuma riesgos, que despierte de la anestesia a la que le hemos sometido y que lidere el futuro de una sociedad todavía por madurar y desarrollarse.

sábado, 13 de abril de 2013

El futuro de nuestras universidades (Publicado en Tecnonews)



El premio Nobel de Física Niels Bohr, formulaba frases célebres, como aquella de “Hacer predicciones es muy complicado, especialmente si son sobre el futuro”. Tecnonews me ha pedido que haga predicciones sobre el futuro de nuestras universidades y he aceptado a pesar de que la situación me conduce a hacer predicciones muy pesimistas.
A corto plazo, mi pronóstico del futuro de nuestras universidades es relativamente sencillo. Dado que el proceso de deterioro económico del país parece que mantendrá su tendencia, los recortes a las universidades serán inevitables y producirán un declive que ahogará cualquier plan que no sea la pura supervivencia. Obviamente, esto tendrá consecuencias en la calidad de la educación y de la investigación. Sin embargo, cada nuevo gobierno sigue encargando informes/cortinas-de-humo a comisiones de expertos para mejorar la universidad. Informes que dicen siempre, más o menos, lo mismo y que acaban durmiendo el sueño de los justos en los archivos ministeriales. El último de ellos, encargado por el ministro Wert, acaba de salir del horno. Esperemos que sea una excepción.
A largo plazo la predicción es aún más sombría. La universidad nacida en el siglo XI, se dedicó a la formación como única misión durante ocho siglos, hasta que en el siglo XIX se introdujo en Alemania la investigación como segunda misión (en España un siglo más tarde). Sin embargo, aquí todavía financiamos las universidades, casi exclusivamente, en función de su actividad docente, cuando todos los rankings internacionales consideran la docencia como un criterio marginal para sus clasificaciones. De esta forma, nuestras mejores universidades se sitúan a partir de posiciones más allá del 200.
El problema que se avecina, es que aquella primera misión ha empezado a sufrir los embates de un tsunami que se acerca desde la otra orilla del Atlántico, con las llamadas plataformas MOOC (Massive Open Online Course), como edXCoursera Udacity, en las que participan las mejores universidades internacionales, como Harvard, MIT, Stanford, etc. Se trata de cursos gratuitos por internet en los que se inscriben cientos de miles de estudiantes de todo el mundo. Cursos explicados por profesores de gran prestigio, con recursos multimedia y una red social de alumnos que los dinamizan. Algunos gurús ya predicen que en un par de décadas solamente quedarán una veintena de universidades en el mundo. Es fácil adivinar que en este grupo, estarán las universidades que juegan la “Champions League”, pero no las de segunda o tercera división. Un problema en el que el informe Wert ha pasado de puntillas.


domingo, 31 de marzo de 2013

Una buena idea para financiar ideas


Aunque si los proyectos son buenos siempre es posible encontrar financiación, las fórmulas de inversión de terceros para proyectos emprendedores en la fase de idea son complicadas en España. Los Business Angels, los bancos o las instituciones públicas no son vías fáciles  para financiar proyectos en esta fase. La solución alternativa es empezar con dinero propio o de las 3F (Family, friends and fools).
Los Business Angels son esos posibles terceros en que todo el mundo piensa cuando intenta arrancar una startup. Sin embargo, sus inversiones no se orientan a financiar ideas sino proyectos que normalmente están en fases más maduras. Ni son ángeles, ni quieren riesgo excesivo. Quieren ver que el modelo de negocio está validado. Generalmente son profesionales que quieren invertir con unas expectativas de rentabilidad muy alta en cada proyecto, de forma que los éxitos compensen las pérdidas que se producen en los fracasos de otros proyectos.
Ante este panorama poco atractivo para empezar a emprender, ha aparecido recientemente una posibilidad que está emergiendo con fuerza. Se trata del crowdfunding o micro-financiación colectiva, que consiste en pequeñas aportaciones de muchas personas que permiten hacer posible proyectos de todo tipo.
El crowfunding sistemático, basado en plataformas web, aparece en USA hace unos cuatro años (anteriormente ya había habido iniciativas puntuales en Europa). Inicialmente, se trataba de una vía para financiar proyectos creativos y sociales con retornos no económicos. Por ejemplo, si se financiaba la edición de un disco, se podría recibir un ejemplar por haber ayudado a hacerlo posible. La plataforma pionera fue Kickstarted, nacida en 2009 y orientada a proyectos creativos.
En solo unos años han aparecido numerosas iniciativas que además se han ido especializando. En España existen en la actualidad más de cincuenta iniciativas que se dedican a financiar la creatividad, el deporte, la ayuda a personas en situaciones difíciles, etc. y últimamente están naciendo algunas enfocadas a la financiación de ideas de startups. En todas ellas, el proceso se hace a través de plataformas web que gestionan la inversión y facilitan la información sobre el desarrollo del proyecto a los micro-inversores.
El crowdfunding para startups se adapta perfectamente a la coyuntura económica y laboral que vivimos, fomentando que los proyectos emprendedores se conviertan en realidad beneficiando tanto a los emprendedores como a los micro-inversores. Ayudan a los emprendedores a conseguir una financiación que no es posible obtener por otros medios y proporcionan a los micro-inversores una ocasión para destinar una parte de sus ahorros a proyectos que pueden proporcionarle beneficios, en vez de tenerlos todos en un sistema financiero de alto riesgo que puede “chipriatizarse” en cualquier momento.
El crowdfunding para lanzar proyectos de startups puede ser una buena idea para financiar ideas.

viernes, 15 de marzo de 2013

Siempre hay financiación para un proyecto emprendedor interesante

La financiación está considerada por muchos como el problema más importante para la creación de una empresa. Sin embargo, esto no es cierto en una buena parte de los casos. En particular para muchas startup que están basadas en internet o en móviles.
La financiación de las nuevas empresas ha de empezar por los propios emprendedores, estos no solamente han de aportar trabajo e ideas, sino recursos y fondos propios (FP). Es comprensible que será difícil obtener dinero de extraños si no nos jugamos el propio. Además, en los primeros pasos, la incertidumbre es muy grande y si alguien finalmente decide entrar como socio financiero querrá una participación importante de la empresa por poco dinero.
Aunque no es aconsejable integrar a la familia o a los amigos en el equipo, si se puede pedir dinero para financiar la idea y arrancar el proyecto. Esta modalidad de financiación ya sea como préstamo o como participación es la que se conoce como friends, family and fools (3F). Aunque con un estilo muy distinto, una ayuda que no se puede considerar sistemática pero tampoco despreciable, son los premios que dan diferentes entidades públicas o privadas. Los premios, además de dinero, proporcionan una repercusión mediática que abre puertas.
Una tercera herramienta de financiación de startups es el crowdfunding (CF). Este nuevo procedimiento de financiación, nacido inicialmente para financiar creaciones artísticas y proyectos sociales, está tomando fuerza como elemento de financiación de proyectos emprendedores. El crowdfunding se basa en pequeñas aportaciones de mucha gente que hace posibles proyectos que antes eran inviables. Hasta aquí, la financiación no tenía que pasar por la creación legal de una empresa, pero si en adelante.  
Una cuarta opción para la financiación de start-ups son los organismos públicos (OP) como por ejemplo Enisa. En estos casos la financiación suele ser a base de préstamos de bajo interés. Hay algunas entidades financieras que también incluimos en este apartado (aunque no sean públicas) en que la entidad se reserva la opción de entrar en el capital en vez de reclamar el préstamo (prestamos participativos). Para obtener estos recursos, normalmente hay que justificar la aportación de una buena parte de la financiación a través de alguna de las fuentes citadas anteriormente.
El siguiente recurso serían los business angels (BA). Son personas que arriesgan su dinero en proyectos con una cierta trayectoria, donde la startup ya ha de estar creada y no ha de ser solamente una idea. Los BA son generalmente personas con experiencia empresarial algunos de los cuales en su día fueron emprendedores y pueden ayudar a la marcha de la empresa con su experiencia y sus contactos. Sus beneficios no suelen estar ligados al reparto de dividendos, sino a la venta de su participación cuando la empresa ha aumentado su valor. Esto implica, a veces, que las condiciones que imponen a los emprendedores sean muy duras por lo que más que business angels a veces parecen “business devils”. En este apartado incluimos también las aceleradoras de startups. Existe una gran variedad que van desde las formadas por redes de BA, las creadas por la administración o las que crean grandes empresas como aceleradoras corporativas para su crecimiento inorgánico.
Existen otras fuentes cuando la empresa ya ha crecido o se ha convertido en una gran empresa, como el capital riesgo (CR), los Family Office (FO) y por último la entrada en bolsa (SM). Pero estos inversores profesionales no entran normalmente en las startups y menos en sus momentos iniciales.
La financiación de los proyectos emprendedores es un mundo complejo, pero se puede afirmar que siempre hay financiación para un proyecto emprendedor interesante.

jueves, 28 de febrero de 2013

El equipo es la clave


Lo importante en una startup, a pesar de lo que mucha gente cree, no es la idea, sino el equipo. Como decía en un post anterior, una idea excelente en manos de un equipo mediocre tiene menos posibilidades de éxito que una idea mediocre en manos de un equipo excelente.
En muchos manuales clásicos de emprendimiento se define al emprendedor como una persona con cualidades extraordinarias como las de visionario, líder, apasionado, audaz, resiliente para sobreponerse a los fracasos, equilibrado emocionalmente, optimista, muy trabajador, resolutivo, buen comunicador y gran organizador. Es decir, que para ser un emprendedor se requiere ser todo un superman. Esto podría llevar a pensar que solamente las personas que cumpliesen estos requisitos podrían emprender.
Para eso están los equipos, las cualidades y conocimientos que le faltan a uno de los emprendedores pueden ser complementadas por las del resto del equipo. Por eso los business angels y los analistas de capital riesgo apuestan por el equipo como el elemento más importante (obviamente no el único) para invertir en una aventura empresarial.
La vida diaria de una startup está llena de problemas de todo tipo y de decisiones que tienen que tomarse para resolverlos. Una buena distribución de responsabilidades entre los miembros del equipo es importante, pero la interacción entre ellos es clave en la toma de decisiones relevantes. Anímicamente, el equipo puede ser clave para sobrellevar las situaciones difíciles que siempre aparecen en una startup.
Las relaciones personales entre los miembros del equipo son muy importantes, sin embargo, la personalidad de cada uno puede producir tensiones que en ocasiones pueden llevar a la ruptura. Siendo este un motivo frecuente de fracaso. Aunque no sea la panacea para resolver todos los conflictos, una recomendación importante a los nuevos equipos es redactar un pacto de socios que determine claramente, entre otras cosas, las responsabilidades de cada uno, los procesos de toma de decisiones, las situaciones en que se marcha o se incorpora un socio, etc.
Se podría pensar que una buena decisión para evitar conflictos sería incorporar al equipo familiares o amigos. Si bien es cierto que en momentos de dificultad la familia y los amigos pueden ser de gran apoyo, si los problemas de la empresa se mezclan con los familiares o los amigos, estos puedan entrar en resonancia y perder empresa y amigos o familiares al mismo tiempo. Otra cosa diferente es, que la familia o los amigos presten fondos o participen como socios sin formar parte del equipo. Esto es muy frecuente y útil para financiar los primeros pasos y se conoce como las tres FFF (Fools, Friends and Family).
Hay que tener mucho cuidado como se forma el equipo, porque con todos sus pros y contras, en una startup el equipo es la clave.