sábado, 15 de febrero de 2014

Aceleradoras Corporativas

Si alguien piensa que la innovación es cara que pruebe el coste de no hacerla. La innovación en empresas consolidadas es una tarea que requiere una cultura ya asumida y un permanente impulso por parte de la dirección. Si la empresa no tiene la cultura innovadora asumida y la dirección no tiene una postura decidida para impulsarla, la innovación no emergerá por generación espontánea. Las empresas que no han tenido la innovación en su ADN y todos los recursos de la misma han estado orientados a mantener el mercado y a la supervivencia de la empresa, implantar un proceso innovador puede ser una tarea muy complicada. La solución es dar un paso más en el paradigma de la Innovación Abierta: Las Aceleradoras Corporativas.
Muchas empresas, especialmente grandes, están innovando la forma de realizar su innovación. Para ello, han creado estructuras propias con el objetivo de incorporar la innovación ya realizada externamente por startups. Es una nueva forma de articular la Innovación Abierta. Estas estructuras conocidas como aceleradoras corporativas pueden permitir lograr un crecimiento inorgánico para potenciar o agrandar su propio mercado. No se trata exclusivamente de absorber directamente las startups, sino de crear alianzas estratégicas con ellas. Las grandes multinacionales tienen capacidad para poder hacer esto de forma global, ya que su distribución internacional les permite tener antenas para detectar y filtrar las oportunidades de startups con gran potencial, en todo el mundo.
En el otro lado de la calle, se encuentran esas startups creadas por emprendedores, muchos de ellos en condiciones precarias, y aunque quizás ya empiezan a tener clientes, no pueden hacerlas crecer a la velocidad que querrían, ya que no tienen recursos y sobre todo no tienen acceso a los mercados. Hay una clara complementariedad entre los actores situados en las dos aceras opuestas. Actores que pueden obtener un beneficio mutuo si colaboran.
En las medianas empresas, el problema es más complicado ya que estas no tienen capacidad para mantener todo el proceso internamente. Para solucionar el problema pueden externalizar la gestión en empresas especializadas, bajo la supervisión de la propia empresa. Una solución adicional es agruparse varias empresas medianas complementarias para crear una aceleradora que permita distribuir los costes y aprovechar las economías de escala que significan la colaboración.
Las startups necesitan vías de consolidación y crecimiento y las empresas tradicionales necesitan introducir la innovación para su futuro y sin distraerse de su objetivo fundamental que es mantener su mercado. En conclusión, para innovar en Innovación Abierta, un paso adelante pueden ser las Aceleradoras Corporativas.

viernes, 31 de enero de 2014

Muy lejos de una burbuja del emprendimiento

Últimamente es frecuente oír que el emprendimiento está creciendo de una forma exuberante, que todo el mundo habla de emprendedores, de concursos de startups, de programas de TV, de aceleradoras, de Business Angels, de que hay emprendedores hasta en la sopa. En fin, que hay una burbuja del emprendimiento.
Para que se produzca una burbuja especuladora en cualquier ámbito, tienen que darse una serie de fases que siguen un patrón similar:
a)       Las valoraciones/precios suben injustificadamente (fase de substitución).
b)      El aumento de las valoraciones/precios se hace de forma especulativa para vender a otros compradores a precios cada vez menos razonables (fase de despegue).
c)       El aumento de los precios es máximo y se iguala la oferta y la demanda (fase álgida).
d)   La situación se inestabiliza y los compradores son bastantes menos que los vendedores y además aquellos disminuyen rápidamente (empieza la fase crítica).
e)       El escenario se radicaliza y se entra en pánico (estalla la burbuja).
A todo esto, se suman una serie de circunstancias, como son: la abundancia de crédito, la falta de un control del riesgo asumible y en el caso de una burbuja sistémica, unas instituciones poco robustas, cuando no cómplices, que acaban permitiendo/facilitando que la corrupción se generalice.
No creo que nadie pueda insinuar que en emprendimiento y en este país, estamos en alguna de las fases de la burbuja. Es más, me atrevo a decir que estamos lejos, quizás demasiado lejos, hasta de la primera fase.
En la actualidad nadie especula con las startups, ni hay dinero ni crédito para ellas, y las inversiones son escasas, porque no hay inversores y los pocos que hay, son demasiado conservadores y tienen una aversión casi patológica al riesgo.
Por otro lado, desde lo público, las dificultades que se ponen a los emprendedores para crear una empresa, son en muchos casos disuasorias. Por ejemplo, la obligatoriedad de hacerse autónomo, aun cuando no se tengan ingresos.
La vitalidad del país para crear empresas, y en particular startups escalables es muy baja. Por poner un ejemplo, en Cataluña que pasa por ser una comunidad emprendedora, y que en población y en resultados científicos se puede comparar a Israel, el número de startups tecnológicas creadas anualmente es veinte veces menos. Los científicos deberían darse cuenta de que una situación así, la propia sociedad no la consentirá indefinidamente.
En definitiva, hoy día nadie está especulando con las pocas startups que tenemos, antes bien al revés, lo que hace falta es un poco más de alegría en la aventura emprendedora y algo menos de aversión al riesgo por parte de los inversores y también de los emprendedores ya que en realidad estamos muy lejos de una burbuja del emprendimiento.

miércoles, 15 de enero de 2014

Emprender implica hacer innovación radical

Las empresas innovadoras tienen en muchos casos la duda de cómo plantear su innovación, si de forma incremental o de forma radical (el Kaizen y el Kekushin japonés). Hacer solamente una de ellas puede ser más arriesgado.
Si la innovación significa movimiento, el dilema está en seguir por la misma carretera o tomar una vía alternativa que en principio puede parecer más arriesgada, pero quizás conduce a océanos azules. La continuidad del camino más conocido o la incertidumbre del desconocido.
La innovación incremental significa la mejora permanente de productos o procesos que pueden conseguir mantener la competitividad de la empresa, pero que pueden conducir a callejones sin salida. Por otro lado, la innovación radical es muy arriesgada y puede llevar a un éxito o a un fracaso rotundo. Podríamos decir, que la innovación incremental puede llevar a un éxito o fracaso, incrementalmente y  que una innovación radical puede hacerlo radicalmente.
La combinación adecuada de los dos tipos de innovación puede ser la mejor solución. El caso de Apple es paradigmático, pasa por ser una empresa de innovaciones radicales. Sin embargo, después de cada propuesta radical continúa con una serie de mejoras incrementales de sus productos de forma permanente.
Generalmente las empresas que hacen innovación, ya sea incremental o radical, cambian los productos o los procesos, pero raramente los mercados objetivos, es demasiado arriesgado, sobre todo si se hace de radicalmente.
En el emprendimiento todo es innovación y siempre radical. Desde el producto al mercado, pasando por la organización, el equipo y hasta la figura jurídica. Cualquier cambio es abrupto, ya que en un principio ni tan siquiera hay movimiento, por tanto, cualquier paso que se da, significa un cambio sustancial y de ahí su gran riesgo. Emprender implica hacer innovación radical.

martes, 31 de diciembre de 2013

Escoger el tiempo y el tempo

Para poner en marcha una startup, es conveniente escoger el momento más oportuno  y el ritmo más adecuado con el que se ejecuta el proceso y todo ello programado y preparado con antelación suficiente.
El momento más conveniente del lanzamiento de una startup depende de las circunstancias, tanto internas como externas. Entre las internas, podemos citar que el equipo no esté todavía suficientemente preparado o compenetrado, que el modelo de negocio no esté aún maduro o que no haya un producto/servicio como para ser considerado un Mínimo Producto Viable. Desde un punto de vista externo, el momento puede ser inadecuado por circunstancias del entorno que no hacen aconsejable el lanzamiento y el hacerlo puede llevar al fracaso. Supongamos, por ejemplo, un producto de temporada que se consume en una determinada época del año, como per ejemplo un nuevo tipo de turrón, pero como no hemos llegado a tiempo para las Navidades, decidimos lanzarlo inmediatamente después y salir al mercado en enero. Otro ejemplo, sería adelantarse con una innovación disruptiva, como pasó con el Newton de Apple.
En la startup política que hemos propuesto, el momento de su lanzamiento no ha llegado todavía, por varios motivos. Desde un punto de vista externo, la cita temporal de las elecciones generales al Congreso y al Senado del 2015, es un objetivo  muy lejano. Hacer ahora el lanzamiento, podría ser precipitado, ya que el tempo de desarrollo del proyecto como el que aquí se plantea, basado en internet, es mucho más rápido que el de una campaña realizada por medios tradicionales. Adicionalmente, el importante problema territorial que está viviendo el país y su protagonismo social, hacen recomendable retrasar el lanzamiento del proyecto, a la espera de ver el desarrollo de su evolución que puede llegar a acaparar toda la atención de la sociedad.
Lo que si es necesario, es empezar a trabajar en el equipo promotor que constituirá el back office del proyecto y que será el responsable de la organización y la definición detallada del “Modelo de Negocio” de la startup política y la coordinación de los equipos que formarían los Key Resources y los Key Partners.
Como ocurre en la creación de cualquier startup, para el lanzamiento de la startup política propuesta, hay que ser cuidadosos al escoger el tiempo y el tempo.

domingo, 15 de diciembre de 2013

La Idea de Negocio

En las últimas entradas hemos hablado, bloque a bloque, del Canvas de Alex Osterwalder para definir el Modelo de Negocio, i como ejemplo, lo hemos aplicado a una idea de startup política sin nombre.
El Canvas de Osterwalder (hay otros), es un instrumento interesante para describir y trabajar el Modelo de Negocio, y está pensado para imprimirlo en un poster, colgarlo en una pared y trabajarlo con el equipo de la startup de forma dinámica e interactiva utilizando post-it’s. Osterwalder dice que nunca se debe escribir en él. Sin embargo, creo que dada su flexibilidad, el Canvas puede servir para etapas previas, como por ejemplo, al emprendedor para “vender” la Idea de Negocio a los posibles miembros del futuro equipo para que se incorporen a la aventura.  Por eso podemos hablar de que puede ser un Canvas de la Idea de Negocio y no solamente del Modelo de Negocio.
Si el motor de una startup es el emprendedor, la chispa que lo pone en marcha es la Idea de Negocio para dar una solución a una necesidad no satisfecha. La Idea de Negocio proviene de la observación de nuestro entorno ya sea social, laboral o personal. La fuente del entorno social se nutre de la percepción de los cambios en la demografía, la política, la economía, la tecnología, etc. La fuente del entorno laboral se alimenta de la experiencia adquirida al observar las posibles mejoras en los procesos, los productos, la gestión, el acceso a los mercados, etc. La fuente del entorno personal se basa en la percepción del contacto con personas conocidas, viajes, aficiones, etc.
Las ideas de negocio son abundantes, su existencia no es el problema. Todo el mundo tiene ideas de negocio, muchas de ellas similares. Tanto es así que actualmente la recomendación generalizada es comentarla abiertamente para tener retornos que la mejoren. Las ideas no valen nada, la verdadera diferencia es llevarlas a la práctica. Un  emprendedor no lo es porque tiene ideas, sino porque las ejecuta. Un emprendedor de éxito es aquel que ejecuta la idea de forma óptima. El problema es saber, a priori, cual es la forma más adecuada.
En el ejemplo de startup política, la idea proviene del entorno social, en particular de los comportamientos de corrupción generalizada de los políticos y la necesidad de dar con una solución para cambiar la situación. La idea no tiene nada de novedosa y la percepción de la necesidad de solucionar el problema está expresada en numerosos libros y artículos en la prensa. Es una idea que no vale nada. Adicionalmente, ya hay quien ha manifestado la voluntad de llevar a la práctica algunas iniciativas para dar una solución al problema. El éxito solamente se puede alcanzar si se ejecutan las ideas y los proyectos no se quedan estacados en lo que es la Idea de Negocio.